domingo, 27 de mayo de 2012

Hombres (Sapos, sapetes, sapones y el Príncipe Azul)

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  1. Pasajeros al tren
    Andaba buscando el andén desde donde saldría el tren, en un momento dado me paré para comprobar el número. Al lado del cartel había un hombre de pie con un periódico doblado bajo el brazo. Pelo y barba pelirroja, me recordaba a un duende. Iba vestido elegantemente. Zapatos negros de piel, pantalón verde, una chaqueta americana a cuadros también verde, corbata y una bufanda roja de lana hecha a mano. Me llamo la atención esa bufanda que no pegaba ni con cola con el resto de su vestimenta. Enseguida cruzamos las miradas.
    Llegó el tren y subí. Encontré mi asiento y aquel hombre se sentó a mi lado. A mí me tocó el asiento de la ventanilla, a él la del pasillo.
    _Disculpe, ¿me permite pasar?
    Me miró a los ojos y se levantó para dejarme pasar. Me pareció ver una bola cristalina de luz blanca en su hombro derecho. Me di cuenta de que finísimos rayos de luz se movían rápidamente de un lado a otro. La mayor parte de las luces eran blancas, pero algunos eran de color azul y rojo. Los rayos comenzaron a tomar forma y tamaño más grandes. Yo nunca antes había experimentado visiones. Entonces el hombre me preguntó si yo había visto algo inusual. Yo le describí los rayos de luz. Para mi sorpresa, me dijo que había visto lo mismo.
    _ ¡Qué alivio! _pensé
    Los dos comentábamos que las luces no nos asustaban. Estuvimos un rato mirando las hadas volar a nuestro alrededor. Tuve una intensa sensación de paz y felicidad.
    Me desperté de un sobresalto al escuchar el pitido. Un altavoz anunciaba que en breves momentos llegaríamos a nuestro destino. La señora que iba sentada a mi lado aun dormitaba placenteramente.
    Cuando bajaba del tren vi de refilón un hombre que subía al tren, pelo y barba pelirroja con bufanda roja…
    ESMIO2012

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