Hay padres y padres. Los hay que comparten lo que tienen, que dan amor, comunicación, un rollo así como los anuncios de Ikea. Otros sin embargo, se aprovechan de su situación ventajosa para abusar de la dependencia de sus hijos. De esos que dicen " la casa es mía y las reglas las pongo yo, y me tienes que respetar, cuando tengas tu casa (o vuelvas a tener una) harás lo que quieras, en la mía no" (cosas tan insignificantes como pintar de color tu habitación, o usar un cuarto vacío para trabajar)
Conozco una chica, que tras irse apenas con lo puesto de la casa en la que vivía con su pareja,(una valiente y acertada decisión creo yo) tuvo que volver a casa de su madre. Y esta, no dudo en aprovecharse de su situación para convertirla en una especie de cenicienta.
La única solución que he encontrado hasta el momento, una a a largo plazo, es tener paciencia, aceptar que nos guste o no, la casa no es nuestra, centrar toda nuestra atención en nuestra realización profesional, con la esperanza de algún día no muy lejano poder escapar de esas paredes que, en parte nos resta libertad y progreso, en parte nos da comodidad y seguridad.
Buen tema...y mas en estos momentos que estamos viviendo. Por una parte, al principio de tu vídeo, me parece oír a mi hija pequeña de 23 años, que como es lógico, piensa en su independencia, cosa que de momento tanto a ella como a su novio, se les hace "lejisimos" y cuesta arriba. Por otra parte, me pongo en el lugar de hija, que tuviera que volver a casa de sus padres ( algo, que ya me han dicho que si necesito, ahí están).Para mi, seria un fracaso, tener que volver. Por circunstancias,me case con 16 años y aunque enamorada, se que salí de mi casa con las orejas "agachadas", tener que volver, tendría esa sensación.Adoro a mi madre, pero para ella soy "la chiquilla inocente, sin picardia, ni maldad" vamos una tonta y eso a día de hoy, que yo lo considero algo bueno e in-negociable. Aunque he de reconocer, que es mucho peor en caso de necesidad, que tus padres no te ofrezcan su casa. Esperemos que todo vaya para mejor y nuestros jovenes se puedan independizar y los adultos podamos seguir adelante...y si no, pues a negociar como adultos :)
Un tema muy interesante...
ResponderEliminarHay padres y padres. Los hay que comparten lo que tienen, que dan amor, comunicación, un rollo así como los anuncios de Ikea. Otros sin embargo, se aprovechan de su situación ventajosa para abusar de la dependencia de sus hijos. De esos que dicen " la casa es mía y las reglas las pongo yo, y me tienes que respetar, cuando tengas tu casa (o vuelvas a tener una) harás lo que quieras, en la mía no" (cosas tan insignificantes como pintar de color tu habitación, o usar un cuarto vacío para trabajar)
Conozco una chica, que tras irse apenas con lo puesto de la casa en la que vivía con su pareja,(una valiente y acertada decisión creo yo) tuvo que volver a casa de su madre. Y esta, no dudo en aprovecharse de su situación para convertirla en una especie de cenicienta.
La única solución que he encontrado hasta el momento, una a a largo plazo, es tener paciencia, aceptar que nos guste o no, la casa no es nuestra, centrar toda nuestra atención en nuestra realización profesional, con la esperanza de algún día no muy lejano poder escapar de esas paredes que, en parte nos resta libertad y progreso, en parte nos da comodidad y seguridad.
Buen tema...y mas en estos momentos que estamos viviendo.
ResponderEliminarPor una parte, al principio de tu vídeo, me parece oír a mi hija pequeña de 23 años, que como es lógico, piensa en su independencia, cosa que de momento tanto a ella como a su novio, se les hace "lejisimos" y cuesta arriba.
Por otra parte, me pongo en el lugar de hija, que tuviera que volver a casa de sus padres ( algo, que ya me han dicho que si necesito, ahí están).Para mi, seria un fracaso, tener que volver. Por circunstancias,me case con 16 años y aunque enamorada, se que salí de mi casa con las orejas "agachadas", tener que volver, tendría esa sensación.Adoro a mi madre, pero para ella soy "la chiquilla inocente, sin picardia, ni maldad" vamos una tonta y eso a día de hoy, que yo lo considero algo bueno e in-negociable. Aunque he de reconocer, que es mucho peor en caso de necesidad, que tus padres no te ofrezcan su casa. Esperemos que todo vaya para mejor y nuestros jovenes se puedan independizar y los adultos podamos seguir adelante...y si no, pues a negociar como adultos :)